El periódico de Ceuta.com

Presentación:

Defensa crea un departamento de Igualdad al mando de altos cargos militares femeninos.

Para promover la no discriminación entre hombres y mujeres en las Fuerzas Armadas y luchar contra el acoso.

El Ministerio de Defensa creó en 2018 un nuevo departamento denominado División de Igualdad y Apoyo al Personal con la misión de “identificar de las condiciones de aplicación del principio de igualdad entre hombres y mujeres dentro de dichas Fuerzas Armadas, así como a coordinar la política de igualdad y desarrollar las funciones propias de la Unidad de Igualdad del Departamento.

Este departamento se encuentra enmarcado dentro de la División de Igualdad y Apoyo Social al Personal y actualmente se encuentra encabezada por la teniente coronel María Antonia Sánchez Tabanera. Se encarga de prestar el apoyo técnico y administrativo al Observatorio Militar para la Igualdad entre mujeres y hombres en las FAS. Este observatorio depende de la Subsecretaría de Defensa y entre sus funciones está “analizar, debatir y, en su caso, realizar propuestas para mejorar la incidencia que las actividades relacionadas con el desarrollo de la carrera militar tienen sobre la igualdad efectiva y real entre mujeres y hombres, así como sobre la conciliación de la vida personal, familiar y laboral”.

En 2023 y siguiendo con las políticas de difusión de las actividades programadas por el Observatorio Militar de la igualdad, se convocó a los jefes de unidades, centros y organismos del Ministerio de Defensa para la realización de las X Jornadas online de ‘Políticas de Igualdad en las FAS´.

Análisis:

En cuanto al impacto de estas medidas en los roles de género la situación de la mujer dentro de las Fuerzas Armadas ha ido cambiando en los últimos años, se trata de un ámbito asociado al mundo masculino, pero que está haciendo esfuerzos para resaltar la importancia del papel de la mujer, destacando sus acciones en misiones internacionales. No fue hasta los años 2000 cuando se abrió el acceso de mujeres a todas las especialidades y escalas. En la actualidad encontramos mujeres en cualquier escalafón de la carrera militar.

En ocasiones el tipo de misiones dificulta la conciliación familiar, pero se están creando espacios que faciliten este hecho. Se han creado salas de lactancia en diferentes unidades repartidas por todo el país.

Aunque se haya visto un cambio todavía existen estereotipos que asocian los trabajos de fuerza y agresividad con el rol masculino y las labores de apoyo o cuidados con el rol femenino.

En cuanto al acceso de las mujeres a los recursos económicos y materiales, dentro de cada puesto encontramos un acceso equitativo a materiales y recursos. Esto incluye uniformes, equipos, tecnología y capacitación necesaria para el desarrollo de las misiones. Además, el sistema de acceso a los recursos se encuentra publicado y el baremo es igual para todos.

En cuanto a la representación de las mujeres en puestos a los que corresponde la toma de decisiones, todavía queda camino por recorrer, porque a pesar de que cada vez hay más mujeres en los niveles más altos, no es un número equitativo.

 

Resultado e impacto:

Se ha creado la figura del asesor de género o de igualdad tiene por tarea dedicarse a estudiar el impacto de las misiones militares en las cuestiones de género, así como el propio papel de las mujeres en la sociedad en la que se desarrolla esa misión.

Se han creado políticas de actuación para favorecer la integración de la mujer en las FAS y su conciliación familiar, así como diferentes acciones en prevención del acoso.

También se ha creado un comité para el análisis de información estadística sobre la mujer en las Fuerzas Armadas, especialmente la comparativa con el hombre en relación con las medidas de conciliación y la Unidad de destino para poder establecer políticas de actuación.

Estos primeros movimientos en pro de la igualdad son muy jóvenes y hay que dejar pasar el tiempo para ver los resultados y los cambios. A día de hoy el sentimiento de desigualdad en ciertos aspectos está todavía presente en las mujeres que forman parte de las Fuerzas Armadas. El acceso a los cargos más altos ha empezado su apertura, pero la realidad es que la mayoría de estos puestos están ocupados por hombres.

 

Puntos fuertes y puntos débiles:

En la web y la publicidad únicamente nombra al personal militar y no hay que olvidar que el Ministerio de Defensa cuenta con un importante número de personal civil femenino, ya sea funcionario o contratado. Este personal se ve igualmente afectado por la desigualdad en el número de personal dentro de las unidades, siendo minoría en la mayoría de los casos.

Cuando hablas con mujeres militares, la mayoría no manifiestan esa sensación de desigualdad por género. En muchas ocasiones, y a pesar de disponer de espacios y condiciones diferentes, ellas mismas deciden no hacer uso de ellos, ya que para ellas el hecho mismo de hacer las cosas diferentes por su género les supone una desigualdad.

La percepción pública sigue estereotipando los roles de las mujeres dentro del ejército al tratarse aún de una minoría. La sociedad relaciona a la mujer militar con una mujer ruda, masculina y poco sensible. Un rol adquirido con el tiempo y que debe cambiar, pero que a día de hoy está establecido.

El ministerio actual está apoyando e impulsando la imagen de la mujer en las altas esferas del ejército, a través de acciones públicas y de actividades que se comprometen en esa búsqueda de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. La entrada de la infanta al Ejército ha sido una de ellas. Sin embargo, los números todavía indican desigualdad en esta área.

Hay numerosas acciones encaminadas a la consecución de una igualdad de género, como la existencia dentro de cada unidad una persona especializada en acoso, la creación de salas de lactancia, la existencia de cursos especializados en acoso y en formar en igualdad los mandos.

Sin embargo, para terminar, me gustaría reflexionar sobre algunos aspectos. Algunas de estas medidas son entendidas dentro del ámbito militar femenino como desiguales, ya que ellas quieren asumir los mismos roles sin diferenciarse de sus compañeros. Muchas de las medidas adoptadas generan diferencias de trato y de opciones, que, a pesar de ser una discriminación positiva, marcan disparidad dentro de los grupos.